jueves, diciembre 28

rabanitos

Te amo, oh, sí, te amo. ¿Te amas tú también? Y dime, ¿me amas tú también, me amas verdaderamente? Yo también me amo. Y de puro amor llamábanse rabanitos los unos a los otros, amaban los rabanitos, se mordisqueaban y, de puro amor, un rabanito le arrancaba de un mordisco el rabanito a otro. Y unos se contaban ejemplos de maravillosos amores celestiales, aunque también terrenos, entre rabanitos, y poco antes de morder susurrábanse mutuamente, alegre, famélica y categóricamente: Dime, rabanito, ¿me quieres? Yo también me quiero."

Del tambor de hojalata

No hay comentarios.: