lunes, febrero 26

Carta con dos corazones

Sucedió que dibujaba un corazón para ti cuando mi nariz comenzó a sangrar y yo no entendía porque, en realidad si entendía la sangre que manaba incesante de mi nariz, la verdad es que de lo único que dudaba era de tu imagen dibujada junto al corazón, no eras tú, quizá no te recuerdo tanto como yo pensaba, pero debo confesarte que una foto me servía de apoyo, de cualquier manera nunca fui muy bueno dibujando, tú si, a mi me gustan tus dibujos míos. Pero en realidad no era tu imagen la que me desconcertaba, sino que era la causalidad de la sangre y el corazón; he hecho muchos dibujos de ti, pero tú sabes que nunca son tan buenos como cualquiera de los que tú haces; limpié enseguida la sangre con mi pañuelo, tú me has regalado muchos pañuelos que casi siempre terminan rojos de sangre, una gota manchó el corazón que había dibujado para ti, la expandí con el dedo, y con el dedo puse un poco más por la imagen del corazón, no era un corazón físico sino uno de los que se suelen dibujar tradicionalmente. El dibujo tornó café, café sangre, antes de que la sangre de la nariz cesara de manar; en mi dibujo tú llevabas tu saxofón que como tu playera era entonces amarilla, la verdad es que en la fotografía llevabas tu saxofón y esa playera amarilla que te regalé por tu cumpleaños, yo tomé la fotografía en la noche de navidad de hace dos años, en aquella navidad me regalaste esa cámara, sabes que me gusta mucho la fotografía y aquella cámara especialmente. Dibujé un corazón humano al otro lado de ti. Estabas en la hoja con dos corazones, uno de cada lado y tú en medio de los dos, la imaginación me hace verte comenzaba a oler mal, lo deseché, mejor te tomaré una foto, pero después, cuando te vea y te quiera de nuevo, cuando pueda hacer latir esos dos corazones.

viernes, febrero 16

Ausencia

En las noches ahora pienso en el tiempo que ya no me sobra,

pero el dinero es importante para todo, y hay que trabajar por él,

luego, cuando tenga tiempo, escribire un poco más-

martes, febrero 6

Inspiración

Inspiración

Llega de repente como dueña y ama
de mi mundo el mundo mortal,
me llama a su puerta y acudo
pues otra cosa no sé hacer
nunca aprendí otra arte
más que la de las letras
una pluma en la mano
y letras en la mente.

Escribí entonces dos canciones,
una hablaba de amor,
otra de amor más.

Una era para la persona que en las noches con estrellas
tomaba mi mano y me sacaba al campo,
ese campo verde que nadie puede recordar,
en ese lugar las cosas pasaron y las vi,
las escribí después cuando me daba tiempo.

Escribí la otra cuando yo era ya un poco más viejo
en ese campo corría ella señorita,
la llamaba a veces para que viniera a mi,
pero así, a gritos, jamás llegaba ella,
señorita dueña de mi soñar,
señorita sin nombre y sin altar
la llamaré inspiración,
porque no me inspiraba llamarla de otra forma.